martes, 5 de febrero de 2008

El "mejillón dorado", el invasor que paralizó una central de Epec

El “mejillón dorado”, un pequeño crustáceo de origen asiático que probablemente desembarcó en la Argentina a principios de la década pasada, comenzó a causar serios problemas en las instalaciones de las centrales hidráulicas de Epec. La primera “travesura” pública de esta especie denominada Limnosperma fortunei se produjo el domingo pasado cuando por acumulación en los filtros de refrigeración, recalentó y sacó de funcionamiento a la usina de San Roque, perjudicando indirectamente la provisión de agua para Córdoba capital. La masiva presencia de este micromejillón en los diques donde hay centrales –Piedras Moras, Reolín, Fitz Simon y Casaffousth– produce tal preocupación que las autoridades de la empresa le pidieron ayer al subsecretario de Recursos Hídricos, Juan Carlos Bertoni, que estudie acciones para combatirlo. “Los efectos ocasionados por el macrofouling (así llaman los técnicos al ensuciamiento de equipos) convierten a este mejillón “en un nuevo problema ambiental y económico para la cuenca de los ríos Ctalamochita y Suquía”, indicó la empresa en la nota enviada a la cartera que tiene autoridad sobre el curso de ríos y arroyos. Epec ya afronta costos indirectos por la “plaga”, porque debió aumentar la frecuencia del mantenimiento en filtros y cañerías de las centrales. Además dispuso un programa de control y erradicación de las colonias invasoras, que se reproducen aceleradamente en las cálidas aguas que se turbinan. “Genera la obstrucción de filtros, inutilización de sensores hidráulicos, daños en los sistemas de refrigeración, en las bombas de captación o disminución en el diámetro de las tuberías de conducción de agua por la incrustación de los organismos”, describe la comunicación. Un inconveniente es que según los técnicos en medio ambiente de Epec, para Recursos Hídricos no será sencillo combatir la especie. Por tratarse de espejos de agua, es imposible usar veneno y contrarrestarlo con un “enemigo” natural, como podrían ser pájaros. Llevaría años de investigación encontrar el modo. En la Argentina ya existen antecedentes sobre la presencia del pequeño “diablo” en instalaciones energéticas. En Yacyretá se detectaron concentraciones de 180 mil micromoluscos por metro cuadrado y ello motivó una cumbre científica hace dos años. Fuente:LA VOZ DEL INTERIOR

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